Lo que no se comunica no existe

9 Sep, 2013

El secreto de la felicidad: comunicación positiva

¡Ah la felicidad, divino tesoro! Todos la perseguimos, pero si bien no existe una receta mágica y universal para ella, sí una serie de ingredientes sin los cuales es difícil saborear las endorfinas de su bienestar. Y uno de ellos muy importante es la comunicación: la manera en la que nos comunicamos con el resto […]

¡Ah la felicidad, divino tesoro! Todos la perseguimos, pero si bien no existe una receta mágica y universal para ella, sí una serie de ingredientes sin los cuales es difícil saborear las endorfinas de su bienestar. Y uno de ellos muy importante es la comunicación: la manera en la que nos comunicamos con el resto de las personas, -en nuestra vida privada, social  y profesional-, es vital a la hora de gestar nuestra propio estado de felicidad.

La clave de la felicidad: la comunicación positiva

La manera en la que nos comunicamos con el resto de las personas, -en nuestra vida privada, social y profesional-, es vital a la hora de gestar nuestra propio estado de felicidad.

Quien domina los secretos de las relaciones humanas  está en el trampolín que le catapultará al éxito personal y profesional, al éxito vital. Y, sin duda, uno de esos secretos son las habilidades de comunicación. Está comprobado, yo lo he comprobado y seguro que tú también: Somos felices si comunicamos. Es la esencia del hombre. ¡Pero qué difícil es comunicar…bien! Es una palabra muy seria que se utiliza muy a la ligera. Si ponemos en ‘común’, si ‘compartimos’, contribuimos a nuestra felicidad, que a estas alturas todos sabemos que no está ni en bienes ni objetos materiales. Necesitamos comunicar y necesitamos de los otros para desarrollar todo nuestro potencial.

La felicidad es algo muy particular, pero sea cual sea el múltiple concepto de la felicidad de cada uno, este pasa por un hecho: necesitamos comunicarnos para dar sentido y coherencia a nuestra existencia. Con lo cual, la relación-comunicación personal que mantenemos ‘con nosotros mismos’ y la relación-comunicación ‘persona a persona’, la que mantenemos con los demás,  son elementos potenciales de nuestra felicidad.

Enrique Fortunat Delgado en su artículo científico “Felicidad y Comunicación” aporta una definición de comunicación que suscribo y que plasma la sustancial relevancia en nuestro estado de felicidad:

Comunicar, en el sentido humano, es más que únicamente entrar en contacto con los demás; y que tampoco es solamente intercambiar información. Comunicar es involucrar nuestro pensamiento en el proceso, es enriquecer lo recibido y recrear nuestras percepciones, es respetar y dar valor a la participación del otro, y es entender que el punto óptimo en este proceso se verifica cuando quienes participan en él intercambian pensamientos que promueven la generación de ideas. Comunicarse es estar dispuesto a dar y recibir con honestidad, alteridad, equidad, y pertinencia”.

Y me encanta descubrir que la Universidad de San Jorge tiene en la Facultad de Comunicación un Laboratorio de Comunicación Organizacional, Persuasión y Felicidad al que denomina Felicicom Lab. Sin duda: La felicidad y la comunicación van de la mano. Nuestra comunicación tiene que ejercerse desde la actitud de la positividad, es desde ahí de donde pueden generarse nichos de felicidad. Es cuestión de aplicar la psicología positiva a la comunicación.

Hay empresas que no son felices, empresas ‘enfermas’, y en parte se debe a que no saben comunicarse con sus trabajadores o con sus clientes, o con ambos.  Hay personas que podrían ser más felices si mejorasen sus relaciones de comunicación con su entorno y/o con ellos mismos. Es cierto, según los últimos estudios, que el ser feliz depende en un 50% de la genética y un 10% en circunstancias exteriores, pero existe ese 40% que está en nuestras manos para cambiar y en él influye en gran medida el tener una actitud de comunicación positiva para ganar en salud y bienestar emocional. Y para tener dicha actitud no hay otro camino que entrenar el cerebro para ello.

Querámoslo o no, estar en este mundo requiere comunicarnos con los demás, así que es de sabios (inteligencia cognitiva) el proponerse el objetivo de ir mejorando la relación que mantenemos porque sin la predisposición y actitud positiva,  sin ser conscientes de ello y aplicar ciertos cambios en nuestras rutinas diarias de comportamiento, no vamos a notar ningún cambio. Y nuestras relaciones con los amigos, con la familia, con el entorno laboral y profesional nos influyen mucho más de lo que pensamos.

 ¿Y cómo puedo ser más feliz comunicando?

  • Partiendo de  ser consciente de cómo comunico ¿Lo eres? ¿Te has parado a pensar y analizar cómo lo haces? ¿Cómo te relaciones con los demás? ¿Alguien alguna vez te ha comentado algo sobre ello?

No subestimes la comunicación, siempre hay que estar con ella en fase beta de aprendizaje y perfeccionamiento, por lo que es bueno plantearse pequeños retos para ir mejorándola.

  • Escucha con empatía. Sólo así se puede producir un diálogo enriquecedor con la otra persona.

La mayoría de las veces no prestamos la atención necesaria cuando nos hablan, incluso de antemano no nos importa lo que nos vayan a decir porque lo único que nos interesa es manifestar nuestra opinión y defenderla. Hablamos atrincherados desde la atalaya de nuestras convicciones y posturas. Sin esa escucha es imposible el compartir y el enriquecimiento mutuo.

  • Lo que queremos decir lo tenemos que decir de forma clara. Nuestro mensaje tiene que ser  sencillo y concreto, sin rodeos; y no demos por supuesto cosas que no hemos confirmado o aclarado que lo son.

Hay que centrar lo que se quiere decir para ayuda a evitar malinterpretaciones.

  • Habla en positivo y para ello huye de las contradicciones. Cuesta, ya que la mayoría de las veces –inconscientemente- solemos decir lo que queremos expresando lo que no queremos.

Destierra el ‘no’ al empezar una frase. Es un ejercicio liberador, lo cual está directamente ligado a decir lo que verdaderamente quieres de una forma inteligente.

Como el tiempo es un bien muy escaso, no dilates más  empezar a ser consciente de cómo comunicas y hacer los cambios necesarios para que sea de una manera más positiva: es una inversión muy inteligente que notarás en tu crecimiento personal y  bienestar emocional. Y lo bueno es que es como practicar deporte: en cuanto empiezas a notar sus resultados, ya no cambias de actitud. No es magia, es constancia y habilidades de comunicación positiva.

Natalia Sara expone las ventajas para la consecución del bienestar emocional de cuidar cómo comunicamos y aplicar una actitud positiva.

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