El nuevo año 2015 tiene 365 días para impulsar nuestra comunicación
Lo que no se comunica no existe.
Todo comunica.
Se nos suele olvidar.
Las prisas. El día a día nos embrutece.
Sin embargo, en esta época del año a punto de finalizar prolifera el ambiente de buenos deseos transmitidos a personas y empresas que conocemos en el mundo real y en el virtual y que, al final, confluyen en un único universo que creamos de manera particular y colectiva. Esos deseos tienen efecto contagioso, sí, son pequeñas semillitas de empatía pero hay que cuidarlas para que crezcan y sigan multiplicándose, expandiéndose y generando buenas vibraciones. Somos energía.
Deberíamos implantar una dieta saludable de la comunicación en nuestras vidas donde no faltara en ningún mes del año el interés, la preocupación por el otro, la generación de buenos propósitos y acciones para llevarlos a la realidad, el contacto espontáneo interesándonos por saber, aportando para ayudar en la medida que esté en nuestras posibilidades. A veces, simplemente, con el hecho de una llamada, un mensaje, un tuit, un… dar señales de “estar” ahí. O compartiendo una sonrisa. Porque a la vida hay que ponerle luz y color todo el año. Cada día.
Os deseo seguidores del blog y lectores que la semilla de la comunicación siga creciendo en vosotros durante este 2015 que muy pronto va a llamar a nuestros destinos. Está en nuestra mano el hacerlo, a veces, se necesita un empujoncito. Si el clima de nuestra comunicación intrapersonal y profesional mejora somos más felices, no hay duda, y nos hace mejores. Para mí es una inmensa gratificación saber que desde este blog puedo contribuir a hacerlo. Sencillamente, me hace feliz. ¡GRACIAS! y a vivir un gran nuevo año con actitud colaborativa, comunicativa y proactiva.
¡Gracias por estar & compartir y felices comunicaciones, siempre y en este 2015!
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