Una de las grandes preocupaciones cuando se gestiona la comunicación es conseguir que el mensaje llegue. Para lograr dicho impacto hay que tener presente cómo se difunde (canales y herramientas) y determinar correctamente las personas a las que se dirige (audiencia). Voy a centrarme ahora únicamente en el mensaje. Da igual de qué hablemos: de las características de un producto, de la actividad de una tienda, de los servicios de una empresa o de la imagen de un profesional, el caso es que hay que contar una historia. Si lo hacemos y en positivo tenemos muchas más posibilidades de lograr nuestro objetivo de captar la atención, empatizar y movilizar a la acción.
‘Había una vez…’ una historia bien narrada
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