Me ha dado en el centro del corazón. Acabo de recibir un dardo inesperado que me ha llenado de ilusión y agradecimiento. Ilusión porque es un dardo cargado de reconocimiento. Agradecimiento porque es un dardo lanzado por una persona que lee este blog y quiere que más personas lo conozcan y lean. Mi corazoncito bloguero está feliz consciente de lo efímero de esta sensación y de la importancia de lo verdadero y permanente: la grandeza de compartir.
Hay muchos premios en el universo blog, uno de ellos es el Premio Dardos. Su peculiaridad es tratarse de un premio simbólico otorgado por los propios blogueros que reconoce la dedicación, el trabajo y la creatividad de mantener un blog. Un reconocimiento a los valores personales, culturales, éticos y literarios que son transmitidos a través de una forma creativa y original mediante la escritura en cada post. Sigue leyendo