Crea tu DAFO personal de comunicación

La buena comunicación es una inversión siempre. Es algo que  debemos tener presente, da igual a lo que nos dediquemos, ya que es necesaria y aplicable a todas las actividades y circunstancias:  desde las relaciones personales a  las relaciones con los compañeros de trabajo, en el propio ejercicio profesional, en nuestra búsqueda de empleo o mejora laboral. Pero hablar bien y tener un lenguaje no verbal correcto no es suficiente. Se necesita tener estrategia de comunicación y he ahí el quid, ¿por dónde empezar a construirla?

¿Te has parado a pensar alguna vez en si cuidas o no lo que dices, si empleas las palabras adecuadas, si las acompañas de gestos coherentes, si de forma habitual improvisas lo que dices? ¿Eres una persona que cuidas los detalles y las formas, desde cómo atiendes una llamada, cómo sueles saludar, cómo contestas a un email? ¿Cómo te relacionas habitualmente con los demás? Explicar, persuadir, difundir, formar, intercambiar, proponer, discutir, dar instrucciones, contrastar, convencer forman parte de nuestro día a día.

Hazte preguntas. Nunca dejes de hacértelas. Sí, ya sé que cuesta, a mí la primera, pero es el camino para avanzar y comunicar mejor. Créeme, la reflexión y tomar conciencia de cómo se actúa es la vía para mejorar. Debemos saber cómo nos ven los demás, porque la gran mayoría de las veces actuamos por inercia. Siempre  ha sido importante comunicar, pero ahora aún más, ya que nos movemos en un marco de conversar, compartir, colaborar. Si careces de habilidades de comunicación y de una estrategia, estás en desventaja.

La comunicación requiere esfuerzo, sí, pero siempre es rentable y ayuda a construir nuestra reputación, y ya sabes: O la construyes o te la construyen. La comunicación, por tanto, es una herramienta de gestión personal que no se improvisa, se prepara. Así que: sepamos cómo nos ven y  cómo queremos que nos vean; sepamos cómo comunicamos, para saber cómo actuar y qué comunicar, a quién, de qué manera y cuándo, ya que nuestra imagen se construye día a día.

Prueba a hacer este ejercicio

¿Dispones de 10 minutos? ¿Sí? ¡Bien! Pues empecemos por escucharnos a nosotros mismos. Coge un papel en blanco y boli, divide la hoja en cuatro partes,  vamos a hacer un DAFO personal de cómo nos vemos nosotros mismos desde un punto de vista global de la comunicación:

Aspecto Interno: cuáles son tus Debilidades comunicativas y tus Fortalezas

Aspecto Externo: cuáles son tus  Amenazas comunicativas y tus Oportunidades.

Pon en una esquina la fecha.  Pon en cada uno de los 4 apartados al menos dos/tres indicadores de tu situación.

Recuerda que es un análisis muy personal, lo que para uno puede ser una debilidad, para otro es una oportunidad. El simple hecho de reflexionar sobre ello y ponerlo en un papel te ayudará enormemente en tomar conciencia de tu ‘foto’ de situación y poder empezar a hacer tu estrategia para mejorar tus competencias o habilidades comunicativas.

Para ayudarte en tu reflexión aquí te dejo una batería de 45 preguntas que puedes hacerte para entrar en situación. Te aconsejo realizarlo, aunque te cueste, porque te va a ser útil.

El análisis DAFO  lo que te permite es ordenar tus ideas, aprovechar  aquello que te es favorable y poderte preparar  frente a las amenazas y tus  debilidades, siempre que  a continuación de hacerlo traces unas líneas estratégicas y pases a la acción.

Ahora que has hecho tu DAFO márcate un objetivo de mejora frente a tus debilidades y cómo te vas a defender  ante una amenaza, y  otro objetivo para potenciar más aún el área de fortalezas  y aprovechar las oportunidades.  Ponlo en práctica desde ya y durante un mes. A ver qué pasa. Como muy bien dice Mónica Deza, Ceo Innovación de McCann España: “El único logo que siempre te acompaña es el tuyo”. Así que: ¡invierte en ti!.